MERCURIO EN LEO – SIGNO POR SIGNO

Hola a todos, ¿Qué tal? El martes 19 de julio Mercurio ha dejado el signo de Cáncer para pasar al de Leo, donde permanecerá hasta el 5 de agosto, ¡y no podía faltar una profundización! Como ya sabes, cuando un planeta se mueve de signo, la forma en que se expresa su función cambia. En este caso, estamos hablando de Mercurio, el «mensajero del Zodíaco«, el planeta de la comunicación y el diálogo: su esfera de competencia incluye noticias, respuestas, llamadas, propuestas, negociaciones, mensajes. En definitiva, todo lo que «conecta» acortando las distancias entre los polos opuestos de una situación dada.

Leo es un signo de Fuego, un elemento que inmediatamente trae a la mente valores como la energía, el impulso, la pasión, la determinación, la expresión. Así que aquí hay una primera serie de asociaciones de ideas para describir los rasgos de Mercurio en Leo: el pensamiento se vuelve más audaz, el diálogo y la comunicación más abiertos, a veces incluso descarados y sin vueltas. En muchos casos, vuelve el coraje de decir las cosas de una manera directa, franca, sin tantos giros de palabras, superando el miedo a ser malinterpretado o mal juzgado. Esta es una gran noticia especialmente para Aries, Libra y Capricornio que se deshacen de un tránsito disonante de Mercurio que en las últimas semanas puede haber provocado dificultades de comunicación, retrasos en las respuestas y pagos, o una cierta discontinuidad en las negociaciones.

Leo es también el signo gobernado por el Sol, el centro absoluto de todo el sistema solar y astrológico. Y de esta «centralidad» deriva otra característica fundamental del signo: su vocación al protagonismo. Leo tiene una habilidad innata para tomar el centro del escenario, para dar la cara, para presentarse hasta el punto de dar coraje a los demás. Leo es alguien que no se detiene ante un desafío, aunque solo sea para demostrar que es el mejor.

Y es por eso que Mercurio en Leo crea un verdadero empuje / desafío (percibido de manera diferente dependiendo de los signos) para exponerse más, no retroceder, para dar la cara sin dejarse bloquear por miedos o inseguridades. Especialmente cuando se trata de presentarse para proponer o defender una idea, un pensamiento (que caen dentro del alcance completo del campo de acción de Mercurio), o para proponerse para un papel / trabajo. Porque estas pequeñas o grandes pruebas de coraje son de alguna manera «pruebas», y según Mercurio en Leo el único «(auto)rechazo» real es el de aquellos que no se presentan a un examen por temor a no aprobarlo.

Y además, Mercurio en Leo carga las palabras con mayor énfasis, las cubre de encanto, las hace más incisivas, cálidas y persuasivas. E incluso antes de eso, contiene una invitación dirigida a todo el Zodíaco a pensar en grande después de una primera parte de temporada que nos ha «encogido» a todos. Nos hizo apreciar inicialmente un cierto minimalismo al que, de todos modos, también ha llegado el momento de reaccionar. Este cielo en Leo nos ayuda a recuperar el sentido de la empresa, el deseo de lograrlo sacando a relucir la determinación, el orgullo y el amor propio. Aquellos que dicen que «no puedes» (levantarte, levantar cabeza, recuperar una ambición) nos instan a no renunciar a ella. Mercurio en Leo, por el contrario, despierta en nosotros un pensamiento más (pro)positivo: «¡puedes y cómo!».

Sin embargo, como todos los tránsitos, junto a su «mejor» faceta también tiene otra a la que se debe prestar atención. En el caso de Mercurio en Leo, el riesgo puede ser tomar decisiones dictadas por el ego, o por un orgullo herido, o por el deseo de sobresalir. Existe el riesgo de dejarse guiar por una voz interior que dice «ahora te mostraré lo que soy capaz de hacer«. Voz que puede ser sabia o imprudente dependiendo de las circunstancias, pero el riesgo con Mercurio en Leo es escuchar solo esa vocecita y tomar las otras circunstancias a la ligera. Especialmente porque Marte en este período está en Tauro y se enfrenta a Mercurio en cuadratura: especialmente para Tauro, Leo, Escorpio y Acuario existe el riesgo de perder una palabra demasiado en el empuje de la ira y la irritación del momento.

También porque el León, provocado, ruge. Mercurio en Leo puede hacernos un poco más delicados. Puede conllevar el riesgo de que, sintiéndonos desafiados u ofendidos, podamos decir más de lo que es apropiado decir. Perdamos algo que sería mejor guardar para nosotros mismos, o peor aún, reaccionemos sobre la base de una provocación. Un poco como Jack Nicholson en el memorable final de Code of Honor. Sin embargo, por otro lado, nos devuelve la fuerza para ser respetados, para devolver la pelota al otro lado si alguien nos falta el respeto y, en última instancia, para decirnos a nosotros mismos: «¡porque soy digno!».

En definitiva, cada aspecto del tránsito enciende un determinado «tema» en el cielo, con declinaciones propicias y otras más críticas. Pero lo importante es captar el núcleo simbólico de este tema. En el caso de Mercurio en Leo lo obtenemos mezclando estas dos adiciones: Mercurio = pensamiento. Y Leo = protagonismo. El resultado emerge claro y definido, y es «pienso más en mí mismo«. Miro más mis intereses, me defiendo mejor y hago que mi voz se escuche más (el León «ruge») porque soy el «Rey» de mi foresta.

Para entrar en detalle signo por signo, ¡continua a la página siguiente!

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