VENUS EN SAGITARIO – SIGNO POR SIGNO

(del 7 de octubre al 5 de noviembre)

¡Hola, a todos! ¿Qué tal? El 7 de octubre, Venus cambió de signo, dejando así a Escorpio y entrando en Sagitario, donde permanecerá hasta el 5 de noviembre. Como bien saben a estas alturas, cada planeta representa una determinada «función» y, de consecuencia, cuando el planeta cambia, también cambia la forma en que expresa esa función. Asume la peculiaridad del signo que lo hospeda. Hablando de Venus, la mente vuela inmediatamente hacia el amor, pero en realidad su significado simbólico es mucho más amplio. Abarca todas las formas de acuerdo y relación gracias a las cuales nuestra vida fluye en paralelo a la de otra persona (y, por lo tanto, por ejemplo, también la colaboración y la asociación con el trabajo).

En este post, sin embargo, quisiera hablar de los efectos del tránsito respecto al amor, porque en muchos casos puede ser una ráfaga de optimismo y novedades. De hecho, Sagitario es un signo de fuego, un elemento que expresa energía, pasión y entusiasmo. Es un signo móvil y trae consigo movimiento, cambio, evolución. Y es un signo regido por Júpiter, el planeta del optimismo, el crecimiento y la fortuna. Gracias a estos «ingredientes», más que ningún otro según el Zodíaco, Sagitario tiene la capacidad de ir más allá y de mirar lejos. Exploración, aventura, conquistar nuevos espacios e imaginar mundos mejores son varios aspectos de la gran enseñanza de Sagitario: saltaré el obstáculo y caminaré hacia adelante.

Y esta es exactamente la peculiaridad que tomará la energía de Venus durante su paso por Sagitario, que es quizás uno de los más lindos en absoluto. Porque el amor adquiere los tonos de lo posible. Abre nuevos escenarios para volver al juego, especialmente para los corazones solitarios y para los grandes «decepcionados» del amor. Aquellos que han «cerrado el corazón en un closet y por despecho han decidido no vestirlo más». Por supuesto, mucho depende del signo de cada uno (y lo hablaremos luego), pero para todo el Zodíaco ahora Venus tiene el sentido de un renovado deseo de volver a intentarlo. Es un despertar de las ganas de volver al juego, de sorprenderse, de ampliar el círculo de conocidos y ver qué pasa.

Es un tránsito que te empuja a coger coraje e ir, metafóricamente hablando, a donde nunca antes habías ido. Dar un primer paso hacia la emoción de la convivencia, de un traslado por amor, de un primer hijo, de una importante promesa. Ampliar horizontes y conquistar nuevos territorios moviendo el «límite» (cualquiera sea) a una milla de distancia. Precisamente por eso, se trata de un tránsito de Venus que enciende las ganas de viajar, ver cosas nuevas y explorar lo que está lejos del perímetro de las costumbres. El deseo de llenar tus ojos y tu alma con nuevos aportes. De consecuencia, la mejor manera de montar esta ola (y tal vez incluso encontrar el amor) sería «viajar»: moverse, explorar nuevos entornos, expandir el círculo, hacer cosas diferentes a las habituales.

En algunos casos, son precisamente nuevas «curiosidades» (palabra clave de Sagitario) las que llevan a otro lugar: cultivar un hobby, asistir a un curso, participar en eventos son todas iniciativas que pueden ayudarte a salir del cascarón de la rutina y hacer un lindo encuentro. Incluso para las parejas, especialmente las más consolidadas, es un tránsito que los invita a romper la monotonía y hacer cosas diferentes juntos. Vuelven las ganas de alivianarse, divertirse, mirar también el lado «más brillante» de la relación (el «placer») y no solo el lado del «deber». Especialmente para aquellos que se han enfrentado a una temporada de altibajos, la llegada de Venus a Sagitario nos permite ver hacia el futuro con una mirada más abierta y optimista. (continúa)

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